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martes, 1 de enero de 2013

Propositos


A Saúl, mi instructor.
Seguramente está usted recordando la cena de año nuevo, a los parientes y/o amigos que se prometen a sí mismos una serie de compromisos que en ocasiones son irrealizables, algunos de estos exigen una voluntad y compromiso tan fuerte que implicarían que fuéramos capaces de terminar con hábitos tan nuestros como las conciencias mismas.
Comúnmente figuran el de bajar de peso, el ser mejor padre, hijo o hermano, probablemente mejor amigo, novio o amante tal sea el caso, el punto es que nos enfocamos a mejorar nuestras vidas, no imagino a personas que se propongan ser cada vez más molestas, aunque en ocasiones es el único objetivo que logran alcanzar.
Y no es algo que sea malo, pero si es algo que nos debería poner a pensar.
Todos nos proponemos algo en alguna ocasión, puede que sea porque alguna situación imperiosa nos obligue a darnos cuenta de lo mal que hacemos en determinado momento, eso a mi ya me está pasando, mejor dicho me pasa desde siempre pero hasta hace poco he logrado darme cuenta de ello.
Mi novia, la ilustradora de este blog, y la persona que es dueña de mi corazón me hizo una jugada de venganza que me mostró que he sido un hombre que no ha sabido corresponder al amor que he recibido, y esa clase de venganzas, no necesariamente anticipadas duelen por eso, por agarrarte cuando menos lo esperas, y por no querer dormir con el enemigo me trague ese orgullo que tiene peor sabor que la derrota, ya viene incluida.
Mi mejor amiga, Karen Lazcano, me ha mostrado una serie de errores en los que me encontraba y se lo agradezco, porque parece inmune a las necedades que me caracterizan.
Roberto, Chesse para los que saben de su existencia, me hizo toparme con pared en una ocasión en la que lo abandone con unos cuantos borrachos en común, y ese es mi problema, abandono a mis amigos.
Freddy, el hombre más sensible, casi un hermano, sencillo, apreciable, un amor de persona y mi favorita entre ellas, me ha obligado (por no decir que son las circunstancias en las que estoy) a darme cuenta que en la vida las cosas no son posibles hasta el momento en el que las realizas entendiendo el ¿juegas? Que la vida te obliga a responder.
Pero como esto no es confesionario (¿o tal vez si?) quiero hablar de los propósitos de año nuevo, y en especial uno, el de bajar de peso.
No debería ser un propósito generado de las culpas y remordimientos ante los atascones que los ágapes navideños nos ofrecen, deberían ser por el hecho de estar más sanos: Hoy en día las personas se temen a sí mismos. Han olvidado el deber más elevado de todos, el deber de que uno se debe a sí mismo. Eso lo leí apenas en El retrato de Dorian Gray, y viene al caso.
Si les he de confesar lo que quiero confesar, debo empezar por decirles que aun no me quito las telarañas de la cabeza.
Hay ocasiones en las que me avergüenza tener la lesión que tengo, no poder caminar al paso de mis amigos, o que ellos me recuerden que se adaptan a mi paso es doloroso, por que el no ser normal, a pesar de los que dicen lo contrario, duele y duele mucho, hay que estar en una verdadera condición de diferencia para entenderlo.
Si algo me molesta es la etimología de las personas como yo; discapacitado (como si todos tuviéramos las mismas capacidades), minusválido (yo no valgo menos), personas con capacidades diferentes (¿a Lennon, o a Dalí, o a  Felps?), yo considero que somos personas con lesiones crónicas.
Gracias a la ayuda de Freddy, a la de mi próxima operación a realizarse el 22 del presente mes y con un mayor peso a la fuerza de las decisiones que he tomado, comencé a ir a ejercitarme, esto porque representa una mayor posibilidad de recuperación, y porque sencillamente el ejercicio me hace feliz.
Siempre me han dicho que es lo que puedo o no puedo hacer, y estoy harto de creérmelo, yo sé que es lo que puedo hacer, y se siente muy bien conocer sus propios limites.
Si las personas hicieran las cosas para su propio bienestar, un mundo diferente seria formado, pero el problema es que no es así.
A decir de mi instructor, Saúl, el único acierto en la administración del gobierno municipal, es el de los gimnasios al aire libre, ya que estos permiten el realizar actividades físicas no sólo para bajar de peso, también para tener una mejor condición.
Es lamentable que ante esa posibilidad sea muy poca la gente que asista a ésta clase de espacios.
Y peor aún, es más lamentable que los únicos programas sociales a los que la gente acude son los “asistenciales”, en esos en los que te regalan una despensa que no alimenta o una computadora que no sirve, pero eso si, a ayudar al político a llenar el fondo para la foto se ha dicho.
Estudio sociología para entender porque la gente hace esta clase de cosas, y a pesar de que aún no la respondo satisfactoriamente, sigo en el proceso.
Si algo puedo recomendarle, si es que en algún momento quiere tomarme en cuenta es el hacerse sus propios propósitos y cumplirlos, sólo hay una persona que ha logrado que a cada decisión que tomo me retracte, y eso la ha hecho pensar que siempre tomo el camino fácil, lamentablemente tengo la certeza de que no está leyendo estas líneas y eso ha evocado un propósito más, el que me desinterese que me lea.
Hay promesas que nos dominan, hay otras más que nosotros dominamos pero “no siempre se cumplen los juramentos, unas veces por flaqueza, otras por causa de una fuerza superior con la que uno no había contado”, seguramente a Saramago algún gusano fue a molestarlo a la tumba por el haber sido citado. Pero hay gusanos peores, y son los que nosotros dejamos que nos molesten, por que surgen de nuestros fantasmas.
Si va a hacerse un propósito, que sea uno que sepa usted que puede cumplir.
Si no es así terminará siendo lo que yo quiero ser, un común y corriente.
Por favor, rece por mi, significará mucho que lo haga ya que como todos, le tengo miedo al quirófano, no profeso ninguna religión pero es un buen consuelo el saber que se cuenta con el apoyo de los demás.
Otra cosa, tengo el propósito de escribir dos veces a la semana, ojalá lo pueda hacer, y usted lo pueda leer.
Hay le dejo mi correo para lo que guste y mande, menos mande y más le guste.
Cuídese mucho, seguramente nos leemos el otro mes.
juancarlosgalgo@live.com.mx

2 comentarios:

  1. ¡¡¡Amigo!!!

    Solo tengo una pregunta: ¿qué es normal/normalidad?
    ¡ánimo!

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  2. Mi querida mari, el sentido de la normalidad a la que me refiero es a la de hacer las cosas más básicas en el ser humano, no buscando unas nociones de igualdad, sino resaltando el hecho de que tengo que ser tratado diferente.
    Gracias por tu comentario
    pasame el link de tu blog

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