Escribiré acerca de un hombre al
que conozco y con el que he estado desde el momento en el que nací, el que me
ve nacer a cada momento, el que me vio crecer,
el que crece conmigo, ese soy yo, de cara al espejo reconozco que ya no
soy el mismo, reconozco el pasado, el presente, y vislumbro un futuro no tan
prometedor, porque el futuro no le promete nada a nadie, el simplemente es un ente al que creemos podemos sujetar,
condicionar, designar, y en una vaga búsqueda de esperanza esperar con
optimismo, uno insipiente, pero el futuro es algo que no puede ser previsto, a
pesar de todos los esfuerzos que seria mezquino decir son en vano.
Pero tocando el tema de la
mezquindad, no sé si ese calificativo me viene bien como traje de entresemana,
no lo sé, “uno no es lo que quiere sino lo que puede ser” diría el rey de la
canción, y ese es el punto, no es que sea lo que quiero ser, me esfuerzo por
serlo, pero es muy difícil ser uno mismo, porque para serlo hay que conocerse,
y decir que uno se conoce a si mismo es muy arriesgado, pero no digamos que me
conozco a mi mismo, me entiendo, en ocasiones por su puesto.
Y saben, me siento feliz por lo que
soy, por que esto que soy, no se lo debo a nadie, no es influencia de nadie,
simplemente soy así, sin justificaciones ni lamentos, he recibido humillaciones de personas que no
son ni la mitad de talentosos de lo que considero que soy, por que eso sí, “sé
quien soy y qué puedo ser” como todo buen Quijote -lo sigo leyendo-, algunas
veces creyéndome mis propias mentiras, o tal vez viendo la única verdad, por
que la verdad se construye, y yo me construyo a mi mismo, y todo aquello que
surja de mi está condicionado por mis carencias y reivindicaciones, así mismo,
si tengo algo que me permite decir que yo soy yo y no más, es por que por las
cosas que he vivido me di cuenta de algo, los seres humanos somos capaces de
las peores cosas posibles, y lo son por placer, por ego, por carencias, por
justificaciones, por un sinfín de razones, lo importante es que lo hacen,
algunos me han dicho que soy fatalista, y en ocasiones si lo soy, pero sólo lo
soy cuando veo seres humanos sin humanidad, a esos los desprecio y no los
tolero.
Llámenme intolerante pero no puedo
tolerarlos, sé que es pretencioso hablar de tolerancia, me dirán “no la
necesito”, pero yo tampoco tengo que estarlos aguantando, quitémonos de
tonterías, hay ogetes, pero también hay quienes no lo son, en esos creo, y creo
tanto como creo en mi mismo, por que en mi está todo lo humano, me equivoco,
también acierto, amo, también odio, desprecio, así como aprecio, me ilusiono,
soy fatalista, tengo ira, también paz, disfruto de lo que disfruto, disfruto lo
que sé que me cuesta disfrutar, sobretodo mis contradicciones, sé que en este
momento habrá personas que se aburran de estas palabras, pero también sé que
este es el canto de una buena cantidad de personas que comparte.
Creo que podemos tener mejores
condiciones de vida, si tuviéramos mejores condiciones humanas, y al decir esto
me refiero a la condición humana entendida, explotada y espontanea, ahora bien,
no quiero que piense querido lector que me creo un iluminado, o una
inteligencia superior, simplemente es lo que pienso, por que tengo esa
cualidad, pienso, y mucho, sobretodo pienso en lo que sé que no pienso, y lo
puedo hacer porque tengo criterio, si no tuviera criterio me dejaría guiar por
ese anhelo de aceptación por ser discapacitado, por que sí lo soy, tengo una
lesión en el nervio ciático poplíteo externo, y saben me costó mucho aceptar
esta condición, pero así es esto de la vida, creo que la vida te hace una
sola pregunta ¿juegas?, y decidí jugar,
también podría ser un resentido social y estudiar sociología para hacerle ver a
las personas que vivir como decidí vivir es mejor, que me acepten y la verdad
me viene muy flojo ese deseo ya que me vale si me aceptan, me basta aceptarme
yo mismo y la verdad me resulta cagante esa postura –la de tratar de ser
aceptado-, cada quien vive como quiere vivir, y tenga por seguro lector que lo
obtiene, en esta calidad de estudiante aprendo con cada día que pasa que “la
vida te califica, te pasa o te reprueba” eso me lo dijo el mejor maestro que he
tenido, uno que amo, y lo amo no solo porque fue la primera persona que creyó
en mi sin que yo creyera, me oriento y me hizo ver las posibilidades, me hizo
ver mis limitaciones, y saben cual es mi mayor limitación, seguramente si me
conoce muy superficialmente, o sólo por esta primera lectura dirá que me es mi
arrogancia, y tal vez, eso esta a su consideración, pero si usted supiera el
esfuerzo que me ha costado saber quien soy sabrá que como método de vida “echo
toda la carne al asador”, que capitalista emocional me escuche, en su cabecita intranquila,
en la que seguramente muchos temas dan de vueltas, pensará tal vez lo mismo, y
estoy consiente de que me dirá que todos sufrimos, y si, tiene razón.
Me gusta mucho la tauromaquia, y me
podrá decir que está primero la razón que la tradición pero acuérdese de Goya,
esa razón nos ha hecho crearnos monstruos que nos están destruyendo, y tanta
razón me esta destruyendo; me dicen (o me decían algunos) el Dr. House, ojala
pudiera fingir mi muerte y empezar de nuevo, pero no se puede, esas son
fantasías, y lo que es real es que no le debo nada a nadie, lo que sé lo sé por
que lo entendí, no me gusta que me expliquen, no por arrogante, sino por que no
lo hago mio hasta que está dentro de mi, y eso es en todo.
Seguramente a estas alturas o ya
decidió no volver a leer mi blog o decidió seguirme leyendo con frecuencia,
igual y hasta ha de decir “qué chingaos me importa saber de tu vida” pues nada,
en realidad uno escribe porque se escribe así mismo, no soy de esos que quieren
llenarse de seguidores anónimos o no tan anónimos, lo que quiero es dejar en
claro que mis opiniones son mis opiniones, no son mis intereses; si defendiera
mis intereses pequeñoburgueses (jajajá me cago de risa) no lo haría por este
medio. Seguramente si decidió seguir leyéndome será porque no tiene nada mejor
que hacer, y por eso le doy las gracias.
Espero poder escribir una vez al
mes, por que creo que tiene muchas cosas que hacer mejores que leer a un tipo
con convicciones propias, y con opiniones que a mi parecer son relevantes, por
que si me pusiera a hablar sobre la explotación de los chinos, o de los pobres
niños de Sierra Leona que mueren en minas, sería tanto como escribirlo en el
papel sanitario antes de usarlo para los fines tácitos que posee, por eso
estimadísimo lector si tiene algún comentario, mentada, sugerencia, espíritu
chingativo o lo que se le apetezca me lo puede comunicar, yo le responderé,
esté seguro de eso, por eso le dejo mi correo para lo que guste y mande, menos
mande y más le guste que al caso da igual.
Ah, olvidaba decirle que si quiere
puede citarme o criticarme, pero si lo hace le exijo que me lea completo.
Gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario